lunes, 5 de febrero de 2018

RUTA POR ARROYOMOLINOS Y SU HISTORIA

 RUTA POR ARROYOMOLINOS Y SU HISTORIA
DISTANCIA RECORRIDA: 11'05Km

El día 2 de Febrero de 2018 realizamos una nueva ruta senderista por Arroyomolinos. Este municipio se ubica en la zona de transición entre la Sierra de Montánchez y las Vegas del Guadiana. La Sierra de Montánchez junto a la de Guadalupe, San Cristóbal, Centinela y San Pedro constituyen la divisoria de las cuencas del Tajo y el Guadiana. Esta ubicación geográfica provee de dos diferentes tipos de relieve que, a su vez, constituyen dos unidades paisajísticas distintas. Por un lado, el área montañosa, al norte, con fuertes pendientes, sin que llegue el término a las cimas superiores, que pertenecen a Montánchez y cuyo pico más alto se acerca a los 1.000 metros.Por otro lado, una zona con altitudes de 360 y 420 metros y suaves pendientes, que se vuelven abruptas en la sierra de El Saltillo, extendiéndose hacia el sur hasta alcanzar los límites de la provincia de Badajoz.
La sierra destaca geológicamente por su gran cantidad de rocas graníticas. Estas son muy variadas en cuanto a su tamaño, existiendo algunas zonas en las cuales se aglomeran conformando enormes "canchales". Junto al granito, pero ya en algunas zonas muy localizadas, la pizarra y en menor medida el cuarzo blanco también hacen acto de presencia. En cuento a las grandes extensiones adehesadas que conforman el resto del territorio, hemos de resaltar las características afloraciones de pizarra que salpican la zona. No obstante, también existen materiales aún más antiguos como son las cuarcitas, que forman pequeñas colinas llamadas popularmente "morras".
Es de destacar los 115'67 km² de extensión total con que cuenta Arroyomolinos, siendo el de mayor superficie de la comarca.

                                                        Entrada Arroyomolinos
                                                                Vista del pueblo


Tras haber cogido fuerzas en la “Churreria Fragoso” con sus deliciosos churros, comenzamos nuestra ruta tomando la plaza de Juan Carlos I como punto de partida. Continuamos por la calle cervantes hasta la Ermita de San Sebastián, sencilla y coqueta y de estilo renacentista. San Sebastián como patrón del pueblo, cuenta con fiestas en su honor que se celebran el 18,19 y 20 de enero.


                                      Nuestra compañera Inés en la Ermita de San Sebastián




Proseguimos la ruta hacia la sierra por la calle San Sebastián para encontrarnos con el monumento a los caídos constituido por tres cruces labradas en el granito de la sierra, las cuales conmemoran la batalla conocida como la “Sorpresa de Arroyomolinos”, ocurrida el 28 de octubre de 1811 durante la Guerra de Independencia contra el ejército francés de Napoleón y contando como aliados con el ejercito Inglés y el Portugués.


                                                      Sergio, Esther y Marcos en Las tres cruces

                                                                                  
Hay que destacar que todos los años en conmemoración a este hecho histórico todo el pueblo se implica y representa lo acaecido aquel 28 de octubre de 1811, de una manera muy fiel y espectacular. Particularmente y gracias a nuestras compañeras Inés e Isa y la hermana de una de ellas, que pertenecen a una de las asociaciones que participan en dicha representación, nos mostraron algunos trajes y armas, así como una muestra de cómo suenan los tambores en la batalla. Todo ello no hizo más que despertarnos aún más las ganas de asistir a la representación del año próximo.

                                                                                  Representación de la Sorpresa de Arroyomolinos




A continuación, seguimos subiendo hacia algunos de los más de 30 molinos de origen árabe que aun quedan por la zona. En concreto visitamos el molino de Marciala y un poco más arriba estaba la casa de Marciala pasando un pequeño regato con una gran piedra en que usaban los niñ@s de la zona para tirarse como si fuera un tobogán porque resbalaba mucho.



                                                                                                                Molino de Marciala 


                                                                                                                       Casa de Marciala


Descendemos un poco por el sendero hasta llegar a un mirador donde puede apreciarse la belleza del entorno con sus grandes canchos y peñas, así como una panorámica preciosa del pueblo. A esta altura encontramos otro molino, donde podemos apreciar mejor las partes de que se componían y como funcionaban, gracias a las explicaciones de nuestros compañeros Toñín, Isa e Inés.
Foto









Continuamos hasta el siguiente molino bajando hacia el pueblo.
En nuestro camino damos con la piedra conocida como “Piedra del deo Meñique”, gran mole de granito de unas 40 toneladas que en tiempo atrás permitía que con una leve presión el movimiento oscilatorio de ésta insólita piedra.








                                                                                                         Piedra del deo meñique
Bajamos un poco hasta dar con un manantial de agua que los vecinos conocen como “La Fuente de los ojos malos”, ya que se acudía a esta fuente cuando se padecía algún tipo de infección en los ojos y se lavaban con este agua para tratarlos.

Continuamos nuestro camino hasta llegar hasta otro manantial conocido como “ La Fontalba”, nueva muestra de la riqueza hídrica de este lugar.

                                                                                                                        Fontalba

Seguimos la bajada hacia una calle peculiar conocida como “la callejina del diablo”.
Tras bajar la callejina, vamos a dar al último molino y el más cercano a la población.





Seguimos el curso del arroyo donde se encuentra otra fuente conocida como “Fuente La Limilla” donde solían acudir los lugareños a lavar la ropa hasta ya entrados los años 80, según nos cuentan algunas compañeras vecinas del pueblo.


                                                                                                                     Fuente La Limilla

Nos adentramos en el centro del pueblo hasta dar con el consistorio y finalizar nuestra ruta por Arroyomolinos al toparnos con la majestuosa iglesia de Nuestra señora de la Consolación con su pórtico de estilo plateresco muy peculiar ya que cuenta con numerosas calaveras talladas en la parte superior, así como por su gran arco lateral y su torre campanario convirtiéndola en un iglesia de grandes dimensiones





Sin duda alguna, Arroyomolinos nos ha sorprendido por su riqueza natural, patrimonial y cultural que ha demostrado ser muy rica y cuyos vecinos cuidan con mucho orgullo. Os recomendamos visitar este precioso rincón de Extremadura tan lleno de historia y naturaleza.


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