Hoy los alumnos de Educación e Interpretación ambiental de la escuela profesional "Dehesarrollando" nos acercamos hasta la dehesa de Botija.
Quisimos ir hasta esta localidad para hacer una pequeña ruta entre jarales y de paso realizar la actividad de recogida de setas.
Empezamos la ruta desde la quesería del pueblo y nos adentramos en la dehesa de Botija, siguiendo el cauce del rio Tamuja. Buscando diferentes tipos de setas.
Se debe tener información contrastada para reducir el riesgo de
intoxicación y disfrutar plenamente de la actividad otoñal por
excelencia.
Lo primero es tener una guía de hongos excelente. La guía debería tener
descripciones macro y microscópicas de los hongos.
Una de las alumnas llevaba dicha guía por la que pudimos ver las setas que encontrabamos.
Una de las alumnas llevaba dicha guía por la que pudimos ver las setas que encontrabamos.
La guía hablaba sobre intoxicaciones y tenía buena información sobre hábitat y distribución,
fotografías para comparar las setas recogidas con ilustración.
La cesta es indispensable para recoger setas es la herramienta básica.
Una cesta airea las setas y evita que
fermenten en el camino de vuelta a casa; además favorece que las esporas de queden por el camino.
Algunas de las alumnas pudieron coger champiñones. El champiñón común, presente en la gastronomía centroeuropea y
mediterránea, tan popular en la cocina japonesa, es uno de los principales exponentes, las setas que
recolectamos en la dehesa no pueden cultivarse intensivamente. La
búsqueda de setas se convierte, así, en un preciado deporte.
La experiencia micológica nos ha reportado los mencionados placeres de la ruta.
Duranate la ruta además de disfrutar de la recogida de setas pudimos disfrutar del paisaje de la dehesa donde encontramos cerdos, vacas y ovejas.
La vuelta fué de un compañerismos total y todos disfrutamos de esta ruta micológica por Botija.Isabel F. L
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